El descenso produjo una espantada de cerca del 40% de los socios, lo que disparó el déficit del club. Desde el punto de vista deportivo, la Real pareció tomar pronto el pulso a la segunda división y en la temporada 1962-63 marchó durante buena parte del Campeonato en posiciones de ascenso. La primera temporada en Segunda entrenó a la Real, Perico Torres, que había entrenado brillantemente al Sanse la temporada anterior en Segunda.