El partido con Argentina, además de asegurar que la selección ecuatoriana dejó de ser el equipo competitivo de 2015, dicho partido pasó a la posteridad como la sospecha en Quito, debido a que la tricolor como ya sea había mencionó alineó y jugó con un equipo lleno de suplentes, sumado a que después del gol de Romario Ibarra, la tricolor prácticamente no hizo nada por aumentar el marcador, ya que lo único que hizo fue defender o hacer pases entre los defensores y los centro campistas, sumado a que varios analistas argentinos manifestaron de que el ritmo futbolístico de los jugadores ecuatorianos lejos de ser competitivo era más parecido al de entrenamiento, esto también se vio reflejado en los jugadores argentinos después de los tres goles de Lionel Messi tampoco aumentó el marcador, y al igual que los jugadores ecuatorianos sólo movían pelota, esto llegó hacer objeto de dudas, donde se llegó a la conclusión, de que la tricolor se dejó vencer únicamente para hacer que Chile fuese eliminado del mundial, ya que Argentina antes de disputar el partido en Quito, al mando de Sampaoli, venía en el puesto sexto, con pocas posibilidades a menos que le ganaba a la Tricolor, por lo que muchos aficionados ecuatorianos tomando en cuenta lo poco que los jugadores les importaba la tricolor, mismo caso de la propia Federación, llegaron a la conclusión de que la tricolor se dejó derrotar para asegurar la clasificación a la selección de Argentina, también se llegó a saber que la FEF al mando de Carlos Villacis había perdido dinero o se encontraba en números rojos, al mismo tiempo el partido más que mostrar el nivel futbolística de Argentina ante una selección que decepciono a muchos, fue tomado como un ajuste y un favor que la tricolor le hizo a la selección argentina, ya que supo que varios jugadores de la tricolor como de las demás selecciones, no les hacía gracia que Chile clasificara, puesto que la selección chilena que se había coronado como el bicampeón de América tenía un exceso de triunfalismo, la conocida generación dorada entre ellos Arturo Vidal se había comportado sumamente arrogantes con los que demás planteles de la clasificación, así que Argentina con la victoria y la goleada que le propinó Brasil a Chile, permitió la clasificación de Argentina al mundial, siendo un caso similar al que hizo la selección de Uruguay en las eliminatorias 2002, ante la derrota la Tricolor y, la sospecha de que se dejó perder, la selección que se había ganado el respeto de muchos en el 2015, llegando a ser catalogado como uno de los mejores planteles de la historia, quedó eliminado del mundial, además que los resultados la posicionaron al equipo con una de las peores defensores y centro campistas del 2017, provocando de que la tricolor buena parte de los últimos años de la década del 2010 sobre todo en el 2019, ya no fuera visto como un equipo competitivo, sino como seleccionado sin rumbo y con jugadores sin compromiso, dejando de lado todo lo que hizo grande a la tricolor en todas las eliminatorias anteriores a la del 2018, ante los pésimos resultados donde perdió todos los partidos oficiales siendo la peor eliminatoria de Local y de Visita, como en el rendimiento mediocre los partidos amistosos, provocó que ese año la tricolor descendencia en el Ranking FIFA puesto 67 al puesto 70, lo que la posiciono como la selección con peor rendimiento de la CONMEBOL.