Sobra decir que en otras circunstancias, con unos medios con un mínimo de espíritu crítico, estas palabras de Messi habrían puesto en un serio aprieto a Laporta, aunque a la crisis económica y deportiva que atraviesa el club catalán se une otra no menos importante: la de identidad. Solo así se entiende que el presidente sobreviva a tanta promesa incumplida y, según la versión de Messi, mintiendo o al menos no contando toda la verdad sobre decisiones tan importantes como prescindir del argentino o mantener en el cargo a un Ronald Koeman que, como estaba contado, ha terminado como su antecesor, Quique Setién, qatar camiseta en la calle y pendiente de ser indemnizado.